Iglesia de Santo Domingo

El Convento de  Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo en cuya Iglesia se honra a la Virgen Patrona de la ciudad, se trata del edificio religioso gaditano con mayor vinculación americana desde el momento de su fundación, dado que tenía por objetivo el alojamiento de los dominicos que iban y venían del otro extremo del atlántico. Está situado en el límite del casco antiguo y en las proximidades del puerto, en el arranque de la conocida Cuesta de las Calesas. 

La iglesia tiene dos accesos. La puerta de los pies que tiene un simple acceso adintelado y la puerta que da acceso a la nave del evangelio que resulta ser la entrada principal, la cual está elevada sobre el nivel de la calle con unas escalinatas y un atrio que está acotado por una barandilla metálica. La portada se presenta dividida en dos cuerpos separados por entablamentos con friso decorado. El cuerpo inferior se presenta adintelado con moldura decorada y flanqueado por pilastras de orden toscano.

  

 
El exterior se presenta en tres frentes, estando el cuarto frente adosado al claustro del convento. En la cabecera se encuentra el camarín de la Virgen del Rosario, realizado en 1.756 y restaurado tras el incendio de 1.936 y la explosión que sufrió Cádiz en 1.947. El camarín descansa sobre una peana realizada en piedra ostionera y rematada en perfíl mixtilíneo.  
 
 
 
 
La torre campanario está situada a los pies de la nave del evangelio y está formada por cinco cuerpos separados por cornisas. Su planta es cuadrada y con sillares de piedra ostionera. 

Es de destacar que la cornisa del tercer cuerpo es más relevante que la del resto. Hay que hacer mención al reloj situado en el cuarto cuerpo de esta torre, el cual conserva aún la maquinaria original de 1.881.

La torre se remata con el campanario que alberga cuatro campanas llamadas: Nuestra Señora del Rosario, San José, Santo Domingo y Campana; siendo la de Santo Domingo la más antigua de ellas, estando fechada en 1.798. 

Todo el conjunto aparece rematado por una cúpula con azulejos sobre tambor octogonal, que termina en linterna a modo de templete.



La Iglesia de planta de cruz latina insertada en un rectángulo con testero plano, compartimentado en tres espacios. Está formada por tres naves, siendo la central más ancha que las laterales. 
 
Cada tramo  de la nave central aparece decorado con yeserías con formas geométricas y vegetales. Las bóvedas de las naves laterales se presentan decoradas con molduras que forman motivos geométricos y disponen tribunas que se abren hacia la nave central con balcones ornamentados ricamente con rocalla, los más singulares son los dos más próximos al coro, los cuales servían para albergar los órganos, y los del altar mayor que son los que más elementos decorativos contienen.
 

 El púlpito es de mármol blanco con embutidos de varios colores, se compone de pilar abalaustrado y tribuna hexagonal en la que se ubica un gran escudo de la Orden Dominica, el cual se relaciona con el taller de los Andreoli.
 
 Los elementos complementarios son de madera con talla de estética rococó dieciochesca. El tornavoz y su frontal son de madera dorada coronándose el conjunto con la figura alegórica a la Fe.


Por indicación del Prior del Convento en 1.683, Don Fernando Navarro, Almirante de la Flota y Caballero del hábito de Santiago se firma con Andrea Andreoli el contrato para la construcción del retablo y comenzó a construirse y a montarse en su sitio actual entre los años 1.683 y 1.691. De hecho los Padres Dominicos tienen constancia que el retablo fue inaugurado en 1.691. Cuando se estaba montando el altar, hubo de suprimirse una de las dos gradas, de las que aún quedan huellas a ambos lados, y cambiar de posición de la mesa de altar por lo que el Sagrario quedó un poco alto, siendo de difícil alcance. 

El retablo responde a los módulos del clásico retablo andaluz y es de los pocos retablos en mármol realizados en Andalucía, siendo considerado uno de los ejemplos más brillantes de la retablística italiana del barroco en España. 

En su primer nivel, se encuentran las hornacinas de Santo Domingo de Guzmán en mármol blanco obra de Giacommo Antonio Ponzanelli y a la izquierda la de San Francisco de Asís obra de Esteban Frugoni, también en mármol blanco. 
 
En la calle central está situado el camarín de la Santísima Virgen del Rosario, cuya imagen fue reconstruida tras el incendio de 1.936 por Fernández Andes,  el cual solo pudo utilizar de la antigua talla las manos de la Virgen y el Niño.
 

 
 En el interior de esta Iglesia existían 11 capillas, entre ellas la de Santo Domingo, la de Nuestra Señora del Carmen hasta el 23 de Marzo de 1.761 en la que se trasladó solemnemente a la nueva iglesia ubicada en la Alameda, la del Dulce Nombre de Jesús, la de Santo Domingo in Soriano, la de Nuestra Señora de los Remedios, la de Jesús, María y José, la de San Pedro Apóstol, la de San Juan Bautista, la del Cristo de la Salud, etc.
 
Mención aparte merece la Capilla de Nuestra Señora del Rosario (Tercio de Galeones) conocida como La Galeona. Fue durante largo tiempo patrona y Protectora de la Flota de los Galeones españoles que unían anualmente Cádiz con las tierras americanas. El día 19 de Marzo de 1.602, es la fecha de la primera noticia que tenemos sobre el embarque de la Virgen a bordo de los galeones que salían del puerto de Cádiz.

La imagen fue quemada en el año 1.931 salvándose providencialmente la cabeza de la Virgen y el Niño Jesús. Fue reconstruida en el año 1.945 por el escultor gaditano Don Juan Luis Vasallo y conserva en su interior, en forma de tizón, el cuerpo quemado por lo que es una imagen de la Virgen María singular por su historia y su significado entre los hombres de la mar.

Todavía hoy en día en algunas ocasiones especiales es embarcada en el Buque Escuela Español Juan Sebastián Elcano.
 
Desde el 19 de Noviembre de 2.004 existe una réplica de mayor tamaño en bronce de la Galeona en el Faro de las Puercas, en la entrada a la Bahía de Cádiz.
 

La sillería del coro es una obra barroca de la segunda mitad del siglo XVII. La superior es de 33 sillas y la inferior de 21. El autor es desconocido. 
 
Los tableros de las sillerías altas están separados mediante columnas salomónicas y coronadas por capiteles corintios. Los respaldos, en su parte inferior hasta la altura de los brazaletes, están en bajo relieve.


 

El capitán y rico comerciante alavés, Domingo de Munárriz jugó un papel muy destacado en la Flota de Indias y llevó a cabo una importante labor benefactora en la ciudad gaditana, a destacar su papel en la fundación del Convento de Santo Domingo, en cuya Iglesia está enterrado. 

 


 
Hoy en día en este Convento de Santo Domingo del siglo XVII se ubica un hotel,  el cual ofrece un alojamiento único y con encanto, en donde el visitante puede pernoctar y descansar en un edificio con importantes obras barrocas de mármol que atestiguan la fuerte relación comercial establecida entre la ciudad de Cádiz y Génova durante los siglos XVII y XVIII.
 
El claustro es de estilo barroco rectangular de tres plantas de altura, el primero con columnas toscanas de mármol blanco que sustentan arcos de medio punto. Bajo el claustro existe un aljibe de grandes proporciones compuesto por cuatro bóvedas de media naranja sobre planta cuadrada.
 
 

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